Este es el Desafío de enero, aunque ya he hecho alguna quiche, esta os la recomiendo. Está riquísima, muy muy sabrosa. Y además es muy sencilla, en un ratín tienes una comida deliciosa. Vale, no es una comida de dieta precisamente . . . y después de la Navidad . . . y todos sus excesos. Pero si la hacemos con verduras, no deja de ser una tortilla con masa . . . que con una ensalada, comida completa. Anímate, hazla, te va a encantar!!
Necesito . . .
1 lámina de Masa quebrada
400 gr. de Calabaza
1 Cebolla mediana
200 ml. de Nata
4 Huevos
100 gr. Queso Roquefort
Aceite de Oliva Virgen Extra
Tomillo
Sal
Pimienta
Así la hice yo . . .
Primero la calabaza, encendí el horno mientras la preparo. La troceo y la pongo en una fuente de horno, con un chorrito de aceite de oliva y sal. Unos 30 minutos a 180 º.
Luego piqué la cebolla y la puse en una sartén con un poco de aceite. Cociné a fuego lento unos 20 minutos para que esté bien pochadita.
Ahora la masa quebrada, la estiré un poco con el rodillo por ambos lados, y la puse en la fuente con el papel que trae para que no se pegue. La pinché con un tenedor y le puse unos garbanzos para que no subiese, la metí 8 minutos en el horno a 180 º.
Mientras se cuece la masa, batí los huevos con la nata, sal y pimienta.
Saqué la masa quebrada del horno y repartí el queso, la calabaza y la cebolla. Encima añadí la mezcla de huevos. Y añadí el tomillo por encima.
Horneé 40 minutos a 180 º o hasta que veas la masa dorada y crujiente.
Como siempre lo más difícil, es dejar que se enfríe para probarla!! Creo que está mejor templada o fría.
Esta es la mía que ya os digo que es un lujazo pero hemos preparado un auténtico festín, mirad todas las que han preparado mis compañeras, pinchad aquí
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