Este es el Desafío de enero, una delicia, qué buenas están! Me he inspirado en la receta del Mercado Calabajío (he ido a asegurar), me ha encantado.
Necesito . . .
1 kilo y
medio de alcachofas frescas
3 cebolletas
1 cebolla tierna hermosa,
1 cabeza de ajos,
sal,
2-3 hojas
de laurel,
Unos granos de pimienta,
1 vaso de vinagre, 1 y 1/2 de vino blanco y el resto hasta cubrir de agua (se supone que la proporción es la misma de los tres ingredientes pero no me atreví por si salían demasiado fuertes, a mi me encantaron así).
100 ml de aceite de oliva
virgen extra
Harina para rebozar y
Aceite de oliva
virgen extra para freír.
Así las hice yo . . .
Pelé las alcachofas quitándole las hojas externas y les quité el tallo, las partí en cuatro mitades.
Para que no se ennegrezcan, si no le ponemos limón, lo mejor es utilizar agua fría y un puñado de ramitas de perejil troceadas
con la mano. El perejil es rico en luteína y ésta hará que no se
oxiden demasiado y fijen bien el verde. Mientras las iba pelando y troceando las dejaba en un recipiente con agua, perejil y las tapaba con un plato para que los trozos de alcachofa no floten y así evitar la oxidación.
Una vez limpias todas las escurrimos y las sequé brevemente con papel de
cocina, les puse sal y las rebocé en harina.
Las freí en abundante aceite de oliva virgen
extra hasta que doren, no hace falta que se hagan en el aceite. Una vez
fritas las fui escurriendo con la espumadera y las dispuse en la cazuela en la que las iba a aliñar y guisar.
Dejé en la sartén como 150 ml de aceite, algo más de medio vaso. En ese aceite puse el laurel y las pimientas para darle sabor. Luego pelé y partí los ajos, las cellolletas y la cebolla tierna.
Estofé estas hortalizas a fuego medio hasta dorar
levemente, retiré el laurel y lo puse con las alcachofas.
Ahora volqué encima de las alcachofas los ajos y cebolla con
su aceite. Cubrí de una mezcla de vino (vaso y medio), vinagre (un vaso) y agua (resto hasta cubrir) . Lo que es sólo cubrir.
Eché la sal (al gusto), removí bien y
dejé cocer tapado (importante) y a fuego bajo durante unos 30 minutos
o hasta que la alcachofa esté tierna.
Menear de vez en cuando para que la harina espese
un poco el escabeche y probar y rectificar de sal . . . y listo!!!
Se puede comer recién escabechadas, pero mucho mejor con los
días, como ocurre en todos los escabeches y guisos. El
tiempo en estos platos juega un papel importante.
Este ha sido el desafío de enero, Un platazo, que he disfrutado haciendo y degustando... una guarnición deliciosa. Me ha encantado, estoy deseando ver los demás escabeches, para ir haciéndolos todos... aquí podéis encontrarlos...