Esta es una de esas recetas, de las de ponerse. Es entretenía, difícil no, es peor pensarlo que pasarlo... todo es. . . ponerse. Además no tienen nada que ver con las compradas, ni las de los bares casi todas industriales, no nos engañemos, son un placer para el paladar. Además estamos en época de tapillas . . . y qué mejor que unas croquetas caseras . . .
Estas son de jamón, pero si tienes pollo que sobró, cocido, etc. . .
Venga, vamos a ponernos . . .
Necesito. . .
1 paq. Jamón en trocitos pequeños (o jamón que tengas y lo troceas)
1 cebolla pequeña
1 vaso de leche (sobrará)
1 cucharada de harina
Nuez moscada
Aceite de oliva virgen extra de Bailén
Harina para rebozar las croquetas
2 huevos batidos
Pan rallado para rebozar las croquetas
Sal
Así las hago yo . . .
Pongo una sartén con unas cuatro cucharadas de aceite a fuego lento, añado la cebolla muy picadita, cuando esté pochadita, casi transparente añado el jamón y lo mareo todo junto unos minutos, para que el jamón suelte su grasita y su sabor.
Añado la cucharada de harina y la sofrío. Ahora añado la leche, poco a poco, removiendo (a mi me gusta con las barillas) para quitar grumos, poco a poco irá espesando. Debe quedar una crema espesa que irá cogiendo cuerpo cuando enfríe. Pruebo, rectifico de sal y le doy un toque de nuez moscada.
Dejo la masa de un día para otro, yo normalmente las hago por la tarde y nos la comemos al día siguiente para mediodía; si las hago por la mañana nos la comemos en la cena.
Al día siguiente con una cuchara pequeña voy cogiendo porciones, les doy forma y las emborrizo en harina, huevo y pan rallado.
Cuando estén todas liadas, pongo aceite de oliva en una sartén, mejor en una sartén pequeña . . . ir haciendo de 4 o de 5 en 5 para que no se quemen.
Listas!!! Qué buenas están, que tapa, que primer plato, que delicia!!!
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