Una receta riquísima, lo sé, siempre digo lo mismo, es la verdad.
Normalmente hago es estofado con carrillada de ternera como lo hacía mi madre de mi alma, aunque le pongo corazón, ella le pondría más porque su estofado es el mejor que he probado nunca (y su arroz, y sus habichuelas, y sus patatas en caldo... etc).
En este caso, por variar, tenían muy buena pinta las carrilladas ibéricas y las compré. Salió un plato la mar de aparente, rico. . . y con una salsa, para mojar muuuuuuucho pan.
Necesito . . .
4 Carrilladas de Cerdo Ibérico (somos 2)
1 Cebolla
4 o 5 dietes de ajos
Pimienta molida
4 cucharadas soperas de tomate frito casero
1 vaso pequeño de vino tinto
1 vaso pequeño de brandy
10 almendras
Aceite de Oliva Virgen Extra, sal y agua.
Así lo hice yo . . .
En la misma olla que lo vamos a hacer, añadí un chorreón generoso de aceite para sofreir la cebolla troceada, los ajos pelados, y partidos y las almendras. Cuando el sofrito esté hecho, lo retiro al vaso de la batidora. Reservo.
En ese mismo aceite sellé la carne salpimentada a fuego más o menos fuerte (un fuego fuerte, pero con mucho cuidado de no quemarla).
Trituro la cebolla, los ajos y las almendras, con el vino, el brandy y el tomate frito. Lo añado a la carne, seguimos a fuego medio y lo dejo reducir.
Cuando lleven 40 minutos, añado unas patatas de guarnición enteras y dejo otros 35 minutos hasta que estén cocidas.
El resultado una carne jugosa y tierna. Rectifico de sal y listo! No hay más...
Compra pan del bueno . . . va a faltar!
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