Hacía tiempo que no hacía unas patatas gratinadas, hoy comían mis sobris y no me gusta arriesgar, he ido al éxito seguro. Son muy fáciles de hacer, además las puedes hacer y dejarlas solo para el gratinado final. . . y están riquísimas, eso si, si estás a dieta, busca otra receta. Venga, manos a la obra . . .
Necesito . . .
8 Patatas medianas - pequeñas
250 gr. de Espinacas
50 gr. Jamón Serrano
2 Ajos
1 vaso de Leche
1 cucharada de Harina
Queso manchego
Aceite de Oliva Virgen Extra de Bailén
Sal
Pimienta
Así las hice yo . . .
Puse agua a hervir con una cuchara de sal, cuando rompió a hervir, añadí las patatas y dejé cocer unos 40 minutos, dependerá siempre, del tamaño de las patatas.
Mientras en una sartén, con un chorrito de aceite, mientras coge temperatura añado los ajitos en láminas y el jamón en trocitos, añadiendo sabor. Cuando estén los ajos dorados añado las espinacas y le pongo sal, muy poca, el jamón frito ya es bastante salado. Una vez estén las espinacas pochadas, retiro y reservo.
En un cazo añado un chorreón de aceite, uno la cucharada de harina y le doy unas vueltas, cuando la harina está tostada, poco a poco vierto la leche sin dejar de remover con las barillas para evitar que salgan grumos. Salpimento y reservo.
Ahora pelo y corto las patatas en rodajas como de 1 cm. de grosor, pongo una primera capa generosa de patata en la fuente, después las espinacas, una capa de queso y bechamel. Otra capa de patatas y el resto de la bechamel. Por encima, le rallé más queso.
Al horno . . . 15 minutos en el gratinador . . . y a disfrutar!!! Qué buenas!!! Hacedlas... ya me contaréis...
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